viernes, 25 de marzo de 2011

Tratamiento y prevención de las várices con un enfoque holístico

Nuestro sistema circulatorio podría representarse como dos árboles enfrentados por sus copas, uno es el árbol arterial y otro es el árbol venoso. El árbol arterial empieza con un tronco grande que es la arteria aorta que se va dividiendo en ramas cada vez más pequeñas hasta llegar a las arteriolas y a los capilares arteriales, que llevan la sangre pura. Luego de entregar sus nutrientes y de recibir los residuos de las células se transforman en capilares venosos que van transportando la sangre impura, esos capilares venosos se unen en vénulas, en venas cada vez más gruesas hasta llegar a la vena cava superior e inferior que son las venas que desembocan en el corazón, para que vuelva a empezar el circuito. Cuando estemos hablando de venas de las piernas que tienen que mandar la sangre hacia la parte superior del cuerpo, cuando la persona está en posición vertical y de pie, esa sangre tiene que vencer la resistencia de la fuerza de gravedad. Cada bombeo del corazón, llamado sístole o contracción, impulsa la sangre hacia delante, por lo tanto va ascendiendo la sangre que está en las venas de los miembros inferiores por la sangre que tiene atrás. Pero en la diástole, el período de relajación, de dilatación del corazón, para cargar nuevamente sangre que será impulsada también, en ese período la sangre sería succionada y volvería atrás, si no tuvieran las venas, sobre todo la de las piernas, unas válvulas que se cierran sobre todo cuando la sangre tiende a volver hacia atrás en este caso. Esas válvulas hacen que la sangre vaya subiendo como una especie de escalón en cada latido, hasta ir llegando nuevamente al corazón. El buen estado de esas válvulas es importante dado que si se deterioran no contendrían la sangre, no serían suficientes, y bajaría esa sangre para sumarse a la que viene de atrás, desde abajo, lo cual haría que la vena se dilate porque el contenido es mayor que el continente, y esto es lo que provoca concretamente las várices, que son en gran medida la dilatación de las venas, sobre todo de las piernas, más frecuentemente, lo cual también trae otro tipo de sintomatologías, como por ejemplo retención de líquidos, dolor, ulceración y cambio de coloración en la piel muchas veces. Hay várices externas, como todos saben, y hay várices internas, y también pequeñas telangrectasias, que son como pequeñas arañitas que suelen ser habitualmente tratadas con inyecciones de sustancias esclerosantes. En otros casos, el enfoque clásico, opera las várices extirpando las que están dilatadas y favoreciendo la circulación colateral. Estos tratamientos no solucionan las causas, son solamente para mejorar estéticamente, pero en forma transitoria, porque al no corregirse las causas, al poco tiempo, muy probablemente, las várices de otras venas se vuelvan a formar, y estemos igual o peor que al principio. Un enfoque holístico siempre apunta a corregir las causas, para lo cual es muy importante mantener la salud de las válvulas que antes hemos mencionado. ¿Qué provoca la alteración de éstas válvulas? Lo más importante parece ser un ataque producido por autoanticuerpos, o sea un trastorno de autoinmunidad, donde las mismas defensas del organismo se confunden y atacan células normales, en este caso las células de esas válvulas venosas. Estas entran al torrente sanguíneo enteras, sin degradarse en sus componentes en un porcentaje considerable, y eso lleva a que se produzcan rechazos porque lo que debería entrar son los aminoácidos que las componen y no las proteínas enteras. Entonces el organismo no reconoce esas proteínas como propias y produce anticuerpos se confunden y en lugar de atacar a esos intrusos atacan a estructuras normales, ya lo hemos mencionado para la diabetes, para el hipotiroidismo, también para la artritis romatoidea, para el lupus, la esclerosis múltiple, la esclerodermia y muchas otras enfermedades con las que sucede exactamente lo mismo. En el caso de las várices, al ser atacadas por esos anticuerpos, a los cuales se suma el efecto devastador del factor XO de la leche homogeneizada y todo lo hecho con leche homogeneizada, y como hemos analizado en el artículo ¿Cómo bajar el colesterol y desobstruir arterias sin el riesgo de cirugía?, este factor XO resulta ser mucho peor que el colesterol y los triglicéridos en la generación de artereosclorosis, que lleva a infartos, artereosclorosis coronaria, cerebral, también este factor XO sería importante causal de várices. Esto es así porque ataca la capa intima de arterias y venas, y en este caso, al parecer especialmente las válvulas que deberían impedir que la sangre que sube, se sume a la sangre que baje por incontinencia de esas válvulas, conduciendo a la dilatación de las venas, conocida como várices. Además de la eliminación de carnes y lácteos, es importante en el tratamiento de las várices no estar mucho tiempo parado en un lugar fijo. Si se está de pie conviene estar caminando o contrayendo los gemelos con la mayor frecuencia que se pueda, para hacer que esta contracción contraste el efecto de la gravedad, y cuando se pueda estar sentado, levantar las piernas para ayudar a que no se sobrecarguen más las venas dilatadas de los miembros inferiores. Algo que afecta especialmente a las várices hemorroidales, conocidas como hemorroides, también afecta a las venas de los miembros inferiores, o a las várices de otras localizaciones, es todo lo que tenga sabor excesivamente picante. También pueden inciden, dulces y harinas blancas, por la retención de líquidos que el exceso de insulina, que estos provocan, generan, dado que la insulina retiene sodio y ésta retiene líquidos. Por otro lado son muy útiles los emplastos con determinado tipo de arcillas y fundamentalmente el tratamiento con BRC (bioregeneración celular) El efecto que notarás al hacer este simple y sencillo tratamiento, te sorprenderá
 
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